“Esta pandemia ha valido para visibilizar, o por lo menos eso hemos intentado, la gran labor que hace un fisioterapeuta cada día”
Nuestro compañero fisioterapeuta, Juan José Jiménez, participó en la revista fiEXT del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Extremadura concediendo una entrevista sobre el sector privado en la pandemia y este fue el resultado:
Juan José Jiménez de Peralta es otro de nuestros protagonistas, natural de Badajoz, con 16 años de experiencia a sus espaldas y fisioterapeuta en el Centro Sanitario EUROKINES. Juanjo nos cuenta cómo ha sido y está siendo su experiencia ante esta crisis sanitaria.
Cuéntanos, ¿cómo habéis vivido todo el periodo anterior y posterior al estado de alarma (cuando no existía obligatoriedad de cerrar los centros de fisioterapia)?
La verdad es que todo el periodo ha sido complicado y lo está siendo todavía. Antes de que decretaran el Estado de Alarma creo que ninguno éramos conscientes de lo que se nos venía encima. Fue una época muy confusa y de total desconocimiento, sin saber bien lo que iba a hacer falta en nuestros centros sanitarios y si íbamos a poder continuar o no trabajando. Es cierto que después del confinamiento, cuando retomamos la actividad, fue diferente porque ya nos habíamos preocupado nosotros de informarnos bien de todo, organizar cómo debíamos retomar la actividad, etc; todo para garantizar la seguridad de nuestros trabajadores y de nuestros pacientes.
¿Cuánto tiempo habéis estado cerrados y cuál fue el motivo de cierre en vuestro caso?
El motivo fundamental de nuestro cierre fue por propio sentido común y responsabilidad. Las informaciones que nos llegaban eran muy confusas y debíamos de parar para ver qué teníamos que hacer. Al principio no teníamos obligación de cerrar, o al menos no estaba claro, estábamos como en un limbo. Aún así, nosotros cerramos el centro pero tuvimos que seguir haciendo pacientes urgentes que no podían parar en sus tratamientos, pero todo a domicilio.
¿Qué habéis hecho durante ese tiempo de estado de alarma?
Durante ese tiempo nos dedicamos a potenciar nuestra web y redes sociales, con las que ya trabajamos desde hace años, para estar aún más cerca de nuestros pacientes y también ofrecimos un servicio gratuito de videollamada para recibir consultas. Nuestro equipo también estuvo en casa grabando vídeos con rutinas de ejercicios, para que la gente pudiera combatir el sedentarismo al que estábamos obligados y ayudar a personas con patologías. Además de esto formamos parte del voluntariado que el Colegio habilitó para ayudar a atender consultas. Con lo cual, no paramos la verdad.
¿Has podido solicitar ayudas para hacer frente a esta situación?
Todavía estamos en proceso de recibir ayudas por parte de las Administraciones pero están solicitadas.
¿Cómo fue la vuelta al trabajo presencial?
La vuelta al trabajo presencial fue una sensación de lo más contradictoria, la verdad. Todos estábamos muy contentos de poder retomar nuestro trabajo, pero por otro lado teníamos un poco de miedo a la respuesta de nuestros pacientes a venir a la clínica, y la verdad es que pasamos por un periodo de adaptación a las nuevas circunstancias del trabajo con todos los EPIS y los nuevos protocolos de seguridad, que no son pocos.
¿Os ha supuesto mucho desembolso económico adaptar la clínica a las medidas de seguridad necesarias?
Indudablemente sí. Hemos hecho una gran inversión en todos los EPIS necesarios como mascarillas, batas, guantes, así como máquina de ozono, pantallas protectoras para nuestras estancias, y demás; y lógicamente es un gasto con el que no cuentas en tu previsión anual.
En tu opinión, ¿cuáles son los principales problemas del sector privado, se ha añadido alguno nuevo con la pandemia?
El principal problema del sector privado tanto en Extremadura como en el resto de España, son las bajas tarifas que nos imponen las compañías aseguradoras, por tanto en algunas ocasiones hay que trabajar al coste o incluso por debajo de este, y esto es un hándicap importante. Si a esto le sumamos, que a raíz de la pandemia, cada vez más gente se está haciendo seguros médicos, por la falta de atención en la sanidad pública… sostener un centro de fisioterapia con esas tarifas, es cada vez más complicado. Otros problemas con los que nos encontramos ahora es el tema de la reducción de aforo, y de los tiempos, ya que ahora necesitamos más para poder desinfectar y adecuar las estancias entre paciente y paciente.
¿Qué cambiarías en la actual normativa que regula la actividad de los autónomos?
Desde el pasado 14 de marzo, la actividad económica está sumida en una recesión absoluta, motivada lógicamente por el cierre forzoso de muchas empresas. Esta situación se ha visto agravada con la segunda ola que estamos viviendo y afecta a todos los sectores, por todo lo que estamos viendo de los cierres perimetrales, confinamientos, restricciones…. etc. Esto repercute directamente a la actividad de los autónomos, viendo como sus ingresos se desploman y no tienen apoyo para paliar esta ruina por parte de las instituciones. Ante esta situación, que como digo afecta a todos los sectores, se deberían de haber tomado medidas tanto en el ámbito fiscal como el laboral. Por ejemplo: aplazamientos y fraccionamientos del pago de impuestos sin intereses de demora, reducciones del rendimiento neto en 2020, exoneraciones del pago de IVA de todo tipo de material sanitario hasta que termine la pandemia, subvenciones, reducción de cargas sociales de los trabajadores…. En fin, se necesitarían tantas cosas para que tantos puedan continuar y no quedarse por el camino, que es una lástima.
¿Cuáles son los principales retos y desafíos a los que se enfrenta un fisioterapeuta del ámbito privado?
Tenemos que solucionar el tema de las tarifas y para ello a lo mejor tendríamos que crear una asociación de centros privados de fisioterapia, unidos conseguiríamos más.
Y hoy en día, dadas las circunstancias, nuestro principal desafío es que nuestros centros cumplan con todas las medidas de seguridad, higiene y asepsia tanto del centro como de los profesionales, y al mismo tiempo seguir ofreciendo la misma calidad en los tratamientos.
¿Crees que vivimos buenos tiempos para la fisioterapia? ¿Qué cambiarías o mejorarías?
Creo que vivimos un buen momento para la fisioterapia. Esta pandemia ha valido para visibilizar, o por lo menos eso hemos intentado, la gran labor que hace un fisioterapeuta cada día, no solo en el COVID, sino en tantos otros problemas que afectan a diario a muchas personas. Además de todo esto, hoy día, la sociedad está cada vez más concienciada de que hay que cuidar la salud y el bienestar, por lo tanto cada vez más gente acude al fisioterapeuta, porque además saben que es el profesional adecuado. En las consultas ya hay gente de todas las edades.
Con respecto a cambiar o mejorar, cambiaría o mejoraría muchas cosas. pero algo a tener en cuenta es el gran problema del intrusismo que sufre nuestra profesión. En los últimos años ha habido una proliferación de centros y pseudo clínicas, no autorizadas, con falsos profesionales como kiromasajistas, falsos osteópatas… que ocasionan multitud de problemas, con la consiguiente competencia desleal.